Esta excelente añada dota al vino de elegantes aromas a frutas negras y rojas, con una madera perfectamente integrada, que lo convierte en un vino extremadamente singular, que una vez más destaca por su frescura y complejidad, y un final largo y fragante.
Armonioso y delicioso de beber con una marcada personalidad.
Producción limitada de 8.550 botellas.
Vista: Color picota intenso.
Nariz: Elegantes aromas a frutas negras y rojas silvestres, con notas de romero y monte bajo, y madera perfectamente integrada y equilibrada.
Boca: Fino y muy equilibrado en boca, donde destaca por su frescura y complejidad, taninos sedosos y un final largo y fragante.
Temperatura de servicio: 16-17ºC.
Grado Alcohol: 14.5% vol.
Vinificado en una antigua bodega perfectamente restaurada y acondicionada donde la uva pasa por una doble mesa de selección y utilizando la gravedad en todas las operaciones. Cuenta con 18 meses de estancia en barricas de roble francés de grano extrafino renovadas "a tercias" cada 3 años y un posterior afinado en botella de al menos 8 meses. La estancia se realiza en el interior de antiguos depósitos de hormigón con bóvedas tachonadas de estrellas donde brillan tartratos incrustados de antiguas elaboraciones y donde sus condiciones de temperatura y humedad son perfectas.
Enólogo: José Hidalgo
93 Puntos Guía Proensa
Aparece entre los viñedos de Villargordo del Cabriel, en pleno parque natural de Las Hoces del Cabriel, esta casa-bodega estilo “Chateau” construida en 1896.
El edificio presenta en su interior una nave central bajo cota «0» y dos naves laterales, con anchos muros que aislan y convierten su interior en un espacio único para crear un gran vino, con una temperatura y humedad idóneas. Unas condiciones acordes a su condición de caldo excepcional.
La producción, que se elabora de forma tradicional, utilizando la gravedad como única fuerza de transporte, oscila a merced de las contingencias de cada cosecha, alcanzando un máximo anual de 9,000 botellas de Las Mercedes y una producción limitadísima, en añadas excepcionales, de su vino Esencia.
Tierras bañadas por el río Cabriel, un clima mediterráneo y continental a 900 metros de altitud. Una pasión por la bobal que se remonta a 1904.
