92% Godello y 8% Treixadura.
D.O. Valdeorras
Louro Godello es uno de los mejores godellos que probarás nunca. Muy expresivo, elegante y fresco. Un gran vino con el sello de Rafael Palacios.
Cata
Vista: Amarillo pajizo, limpio y elegante, con ribete verdoso.
Nariz: De aroma intenso de plantas como el hinojo y la flor de castaño y tojo, fruta blanca, toques de miel y de tostados.
Boca: es fresco pero con cuerpo y graso, de paso complejo y frutal. Su final en boca está marcado por la mineralidad salina de su suelo y le aporta personalidad y carácter.
Temperatura de servicio: 8ºC.
Grado Alcohol: 13.5% vol.
Vinificación
El Louro de nivel de entrada 2017 se cosechó a partir de un año inusual marcado por las heladas que redujo el cultivo en un 40%. Es una mezcla de Godello con alrededor del 8% de Treixadura con buena madurez, concentración, potencia y acidez, logrando un grado alcohólico considerable con un pH bajo y una acidez notable. Fermentó en foudres de roble de 3.000 litros, donde se mantuvo con las lías finas durante cuatro meses.
Viñedos
No fue fácil encontrar el terruño donde hacer el tipo de vinos que soñábamos desde un principio. Una tierra que obligara a sacar lo mejor de cada cepa y que dotara a nuestras variedades de uva de una fuerte personalidad para así producir unos vinos únicos.
Reconocimientos
93 puntos Parker y 92 puntos Peñín
Bodega
El más joven de una saga de elaboradores riojanos cuya cara más conocida es su mediático hermano Álvaro, Rafael Palacios se ha convertido en uno de los mejores elaboradores de vinos blancos en España. En la bodega familiar de Rioja ya firmaba un blanco notable, Plácet, pero encontró su camino recuperando algunos de los viñedos más extremos de la denominación orensana de Valdeorras donde empezó a trabajar en 2004.
A la búsqueda de frescura se centra en la zona de O Bolo, un paisaje de barrancos, bancales y escarpadas laderas en el estrecho valle formado por el río Bibei que marca la frontera con la DO Ribeira Sacra.
Palacios ha conseguido reunir más de 20 hectáreas de godello y algo de treixadura en este remoto paraje orensano. Sus viñedos van desde los 500 metros de altitud hasta los 720 metros. Los suelos son en su mayoría graníticos con arena en superficie y los viñedos se cultivan en bancales, fundamentales para sujetar la arena. La mayoría son pequeñas parcelas que se iban fragmentando progresivamente como parte de una herencia otorgada mediante sorteo (“sorte” en gallego), lo que ha dado nombre a su vino principal.